martes, 4 de octubre de 2011

LA ESENCIA DE LO ESTETICO

<i>En el texto se expresa Friedichkainz tres enfoques que suelen caracterizarse propiamente de una vivencia puramente estética de las demás. En primera instancia esta el punto de vista teórico intelectual en el que la persona solo tiene como fin, el adquirir conocimiento o fin teórico la contemplación de determinado objeto u forma, y por lo cual no existe una vivencia estética, pues se inclina hacia otros desenlaces. En segunda parte esta aquella persona en la que reside una actitud solamente práctica, donde está ligada experiencias anteriores que ha tenido con el objeto, o por lo contrario solo quiere obtener un fin práctico de este, y pues se aleja de una propia vivencia estética. Y por ultimo tenemos el punto de vista puramente estético donde prisma aquella vivencia de gozo, de emoción, de placer al momento de contemplar determinada realidad, pues como lo dice el autor del texto "La esencia de lo estético" Friedich kainz, “ nos comportamos estéticamente ante las cosas y ante sus formas cuando las contemplamos y vivimos sin buscar otra finalidad que lo que ellas puedan dar a nuestro sentimiento”. Pues solo podemos ser vislumbrados por la esencia de lo estético cuando nos entregamos totalmente al objeto de contemplación y nos sentimos a gustos, ante la belleza, lo sublime y que finalmente concluimos con felicidad y satisfacción.
Se pude concebir la estética como una manera de concebir la vivencia de la capacitación de los valores y del comportamiento cultural – espiritual de la concepción humana, las características de las estéticas es la práctica, sensible, objetiva y real, asimismo, la estética toda su preocupación se dirige a ver las cosas tal y como ellas son en sí mismas. Además se considera la estética como algo práctico y no un concepto abstracto incalmable. De acuerdo a ello para Kant el comportamiento psíquico del hombre puede denominarse estético cuando es desinteresado y se percibe la esencia de lo estético como autentica obra de arte suscrita en nosotros un interés, en el sentido de la simpatía por el objeto, pero no un interés de orden práctico, el afán de obtener ventajas materiales, utilidad real para la da vida. Por ende, se considera incompatible con la conducta puramente contemplativa, característica del comportamiento plenamente estético. La complacencia que determina los juicios del gusto es ajena a todo interés que lleva aparejada la representación de la existencia de un objeto, este guarda siempre, por tanto, relación con la capacidad de apetencia, bien como razón determinante de ella, bien como algo necesariamente relacionado con su razón determinante. La visión de de Kant: “la complacencia que determina los juicios del gusto es ajena a todo interés, complacencia. Según Kant el gusto es la capacidad de juzgar un objetivo, además defiende la autonomía del arte. Ningún filósofo o crítico, había afirmado que una obra de arte humana debía ser vista con valor por sí misma, las críticas deben situarse en ella misma por su valor. El ojo de la mente, se ha transformado en el ojo físico, según el Dios Agustiniano que destaca el gusto de Kant por lo estético. Asimismo, desarrolla la compleja explicación de cómo es posible la experiencia de una percepción estética. “el puro juicio de los gustos”. Para Kant el juicio puro de gusto el juego de la imaginación y el entendimiento es totalmente libre y jamás termina en un juicio lógico, no tienen ningún concepto claro, solo forma y a finalidad. El gusto para Kant no es hablar del arte únicamente como tal. Además este filosofo entiende la exposición de “ideas de razón” como una obra de arte como la idea puede ser sublime o majestuosidad. Por ende tiene una estrecha relación entre las ideas fundamentales de metafísica y la moralidad, es decir, lo que el gusto incluye la respuesta al arte nos enseña, es nada menos que la fundamental verdad metafísica para nosotros de que nuestra voluntad puede ser libremente determinada por el principio de moralidad. El gusto hace posible el transito del encanto sensible al interés moral habitual. Kant en la complacencia, placer natural en adornos a nosotros mismos, para compartir con otros este placer. Por tanto potencial en la realidad hecho nada con un mundo de vacios, que les ocasiona lo muerte y la contemplación estética hace falta que el objeto se desconecte de toda motivación de orden práctico e interés, siendo una característica delo estético.


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